Término de Cueva de Ágreda.
Este recorrido y los que enlazan con la localidad vecina de Ólvega por medio del PRC-SO 84 Ruta del Moncayo pasan junto a diversos elementos geológicos de origen cárstico como la Sima de los Trabucos, la Similla y la Simonda y las Patadas del Diablo (Lapiaz o mal país). Por tanto esta es una buena ruta para hacer didáctica de la geomorfología cárstica.
La mayoría de las formaciones geológicas de la comarca tienen su interpretación particular, procedente de leyendas, por lo que la Sima de los Trabucos, así como la Similla y la Simonda pudieron ser enormes agujeros que crearon unos meteoritos y las Patadas del Diablo son las huellas del mismísimo diablo. Respecto a esta formación dice la leyenda lo siguiente:
Dios y el diablo hicieron una apuesta para saber cual de los dos saltaba más. Subieron los dos a la Peña San Miguel y desde allí saltaron al mismo tiempo, el diablo no llegó demasiado lejos y al caer dejó sus huellas marcadas en el suelo, en lo que se llaman «Las Patadas del Diablo». Mientras dios seguía en su largo salto percibió que el diablo ya había caído al pie del Moncayo, por lo que decidió aterrizar en la vecina sierra del Toranzo y más precisamente en la Peña del Cuco.
La Sima de los Trabucos es una dolina cubierta en su fondo de una exhuberante vegetación de saúcos (Sambucus nigra) llamados trabucos en algunos lugares por utilizarse ppor los niños para lanzar proyectiles. Esta situación nos desentraña el papel determinante de la combinación de pastoreo y rigor climático en la configuración del paisaje de sus alrededores. El interior de la dolina es inaccesible para ganado ovino que si pudiera llegar daría buena cuenta de las suculentas hojas del «trabuco» y además hace de «trinchera» protegiendo la vegetación del interior de los vientos fríos y secantes del Moncayo.
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