La Sierra del Madero hace de divisoria entre las cuencas del Duero y Ebro en una línea de altos donde el Sistema Ibérico pierde altitud, entre las mayores elevaciones de Urbión, Cebollera y Moncayo. Una menor cota unida a su exposición directa a los vientos de Levante procedentes de la depresión del Ebro, confieren a esta zona una mayor mediterraneidad que ha propiciado el desarrollo de vastas extensiones de encinas y quejigos que tapizan laderas y cumbres.
ZEC: 3.823,59 Has
En el Noreste de Soria: 3.823,59 Has.
Hinojosa del Campo, Matalebreras, Noviercas, Pozalmuro, Valdegeña y Villar del Campo.
Su valor más destacable es que constituye una de las mayores masas continuas y mejor conservadas de encina (Quercus ilex subsp. ballata) y quejigo (Quercus faginea) del sector soriano del Sistema Ibérico. Dentro de esta foresta, en la vertiente Oeste de la sierra, se encuentran rodales de centenarios y corpulentos quejigos, algunos de ellos auténticos árboles notables que superan los 6 metros de perímetro. Estas masas forestales densas y continuas, son el hábitat de una gran variedad de animales. Algunos están muy ligados a los medios boscosos, como los corzos; otros simplemente buscan refugio temporal desde donde realizan sus incursiones hacia medios más abiertos.
La Mina Petra se empezó a explotar con fines comerciales hacia el año 1.902, conocida entonces como «Constancia». Las malas condiciones de trabajo y el descarrilamiento del tren en 1.904 propiciaron el cierre temporal de la explotación. La puesta fuera de servicio del ferrocarril provocó el desmantelamiento de la línea, de la que hoy sólo se conserva parte del trazado conocido popularmente como Vía Vieja, recorrida por el sendero PRC-SO 82 Ruta del Viento y por la Vía Verde. En el año 1.945 se vuelve a poner nuevamente en funcionamiento hasta su cierre definitivo en año 1.980.
Ya en la época celtíbero-romana existieron minas de hierro en las faldas del Moncayo. Eran de reconocida fama las armas y objetos que se fabricaban con este material, templado en las aguas frías del río Queiles. Dada su calidad para la fabricación de espadas, era el preferido en el mundo celtíbero- romano. Buena muestra de ello es la red comercial que se estableció con otras ciudades de la Celtiberia, siguiendo una ruta a través de las sierras del Madero, Alcarama y Montes Claros. También hay quien dice que la espada celtíbera fue imitada por los romanos a partir de los prototipos creados en estas tierras.
Los quejigares y encinares son formaciones mediterráneas genuinamente ibéricas muy valoradas en el ámbito europeo y recogidos como hábitats de interés comunitario en el Anexo 1 de la Directiva Hábitats. Es uno de los bosques ibéricos que en mayor medida se ha visto desplazado por las grandes superficies dedicadas a la agricultura extensiva. Una gran parte de los suelos más fértiles de fondo de valle, hoy dedicados a la agricultura por sus elevadas aptitudes, presumiblemente eran hace muchísimos años quejigares como los que se conservan al pie de la sierra del Madero.
PROYNERSO promueve el desarrollo integral de las comarcas de Moncayo, Campo de Gómara y Tierras Altas de Soria.