Acebales de Tierras Altas y Garagüeta

Descripción del espacio

Constituye el más genuino paisaje pastoril formado por extensos pastizales salpicados de pequeñas formaciones arbóreas y dehesas y recorrido en su totalidad por la Cañada Real Soriana Oriental, legado de una cultura ancestral de ganaderos. Es una de las más importantes áreas geográficas de la Cordillera Ibérica durante la época de La Mesta en el siglo XVIII, la cual tuvo su apogeo socioeconómico con la trashumancia del ganado ovino hacia Extremadura o Andalucía.

Superficie

L1C: 7.393,8 Has
En el Noreste de Soria: 7.393,8 Has.

Municipios dentro del espacio en el Noreste de Soria

Aldealices, Arévalo de la Sierra, Carrascosa de la Sierra, Castilfrío de la Sierra, Estepa de San Juan, Fuentes de Magaña, Las Aldehuelas, Magaña, Oncala y Valtajeros

Dehesas

Presentan pequeños fragmentos arbolados de rebollo (Quecus pyrenaica) y haya (Fagus sylvatica) que han permanecido como dehesas en las localidades de Oncala, San Andrés de San Pedro y El Collado, son testimonios de la vegetación original de la zona, que guardan bajo su sombra valiosas especies vegetales como Anemone ranunculoides y Corydalis intermedia; esta última, de distribución centroeuropea, sólo se encuentra en España en las provincias de Soria y Burgos. por los intensos fríos glaciares.

Pastizales

Es un paisaje de extensas áreas pastables sobre suaves lomas, fruto de una larga tradición ganadera de trashumantes. Aquí predominan los prados ricos en orquídeas y otras tantas especies raras de interés por su distribución geográfica muy limitada entre las que podemos encontrar Cytisus decumbens, Pedicularis schizocalyx (gallitos), Gentiana cruciata (genciana), Trol/ius europaeus (calderones) o Peucedanum carvifolia. Entre los pastizales se alternan formaciones de matorrales en las que predomina en las exposiciones frescas especies como el biércol (Cal/una vulgaris) y la abulaga (Genista occidentalis) y en las más secas y soleadas abunda Astragalus muticus, matorral con largas espinas punzantes, exclusivo del Sistema Ibérico, que aquí encuentra su límite de avance hacia el Norte. Gran parte de estos pastizales y formaciones arbustivas son considerados como hábitats de interés en la Directiva Hábitats de ámbito europeo y forman parte del área potencial de la perdiz pardilla, una de las aves en mayor regresión en las montañas ibéricas.

Enebrales

Sobre los rebollares de la localidad de Valtajeros, hacia la sierra de la Calva, llama la atención una peculiar formación densa de matorrales presidida por el enebro (Juniperus com- munis subsp. hemisphaerica), sólo comparable con otra masa también provincial ubicada en el Toranzo, sierra periférica del Moncayo.

Acebales

Uno de los elementos más destacables y genuinos de este espacio son los bosques de acebos (l/ex aquifolium) en los que apenas entra la luz, conocidos como «sestiles» o «cuadras» por ser majadas naturales con paredes y techos de follaje natural de acebo, donde sestea y refugia el ganado del sol del verano y del frío y viento del invierno. En general el acebo no forma bosques monoespecíficos y suele ser especie acompañante en bosques de pino albar, roble o haya, salvo en zonas de transición entre climas de influencia atlántica y mediterránea, como es el caso de esta zona, donde presenta este peculiar comportamiento que impregna de singularidad a las acebedas del Sistema Ibérico Soriano. Se encuentran acebedas importantes en las dehesas de Oncala, Ventosa de la Sierra, Castilfrío de la Sierra, Estepa de San Juan y Arévalo de la Sierra. El progresivo abandono de la ganadería está propidando el aumento del acebo en la zona.